Cuáles son los problemas WiFi más comunes y cómo resolverlos
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La conexión WiFi se ha convertido en poco menos de una década en uno de los must de esta era. Un indispensable que no entiende de edad ni de género. Sí de conocimiento. Y es que los problemas WiFi más comunes pueden tener una solución sencilla o una que requiera de conocimientos técnicos más avanzados. Conocer las distintas casuísticas, habida cuenta de lo dicho, no parece estar de más.
Este artículo es, precisamente, una guía para entender cuáles son las incidencias más frecuentes con las que conviven a diario miles y miles de personas de todo el globo. Y, por supuesto, también las principales recomendaciones para ponerles remedio.
1. Problemas WiFi más comunes: Las causas
Velocidad reducida, falta de intensidad de señal, problemas con la conexión inalámbrica… Si detectas que tu conexión WiFi no funciona como debiera, es probable que te enfrentes a alguno de estos escenarios:
1.1 Conexión intermitente o inestable
Una señal que viene y va. Una frustración permanente porque la película de streaming que estás viendo se corta y tienes que esperar hasta que cargue de nuevo, lo que en inglés se llama buffering.
Estas son las causas más comunes que se esconden detrás de esta incidencia:
- Falta de alcance del router. Si el router está demasiado lejos del dispositivo receptor (móvil, tablet, portátil…), la señal puede debilitarse, esto ocasiona que los paquetes lleguen con una señal muy débil y no puedan ser interpretados por el dispositivo o router.
- Interferencias con otros dispositivos. Electrodomésticos como microondas o teléfonos inalámbricos pueden interferir con la señal WiFi. Estas interferencias convierten los paquetes de datos Wi-Fi en ruido de manera que no indistinguibles como una señal valida y genera cortes y esperas.
- Problemas con la antena del router. Si el problema lo tienes con cualquier dispositivo, independientemente de donde te posiciones, revisa la antena del router. En los routes con antenas externas extraíbles con el tiempo las antenas se pueden aflojar y desenroscar, por lo que hará mala conexión y dejaran de enviar o recibir correctamente.
1.2 Baja señal en el móvil o el portátil
La baja señal en el móvil, la tablet o el portátil es otro de esos problemas WiFi más comunes que necesitan de cierto ejercicio de observación para su solución. Lo más probable, es que tras la incidencia se encuentre uno de estos dos escenarios:
- El continente. La superficie de una casa o de la oficina, la presencia de obstáculos como paredes, muebles y otros objetos o la distancia con el router pueden explicar por qué la señal WiFi de tu dispositivo es tan baja.
- Los usuarios. Las redes inalámbricas (así sean domésticas o empresariales) pueden verse saturadas por la cantidad de dispositivos que están consumiendo ancho de banda. A mayor volumen de gadgets, mayor probabilidad de que tu señal sea muy débil.
Videojuegos onnline, plataformas de streaming… Disponer de un ancho de banda suficiente es hoy indispensable para hacer realidad muchos de los hábitos de consumo digital del momento.
Realizar un test de velocidad de tu conexión con herramientas como Speedtest debe ser el primer paso si detectas que la calidad de tu señal WiFi es deficiente.
1.3 WiFi sí. Internet no
En numerosas ocasiones, el indicador WiFi del móvil o el portátil indica que la señal inalámbrica está completa pero al activar una app o el navegador web, la respuesta es inexistente.
En este caso, la causa de la incidencia puede estar relacionada con estas dos variables:
- Fallo de red. Problemas con el proveedor de servicios de Internet (ISP).
- Fallo de router. El router puede estar mal configurado o tener un problema técnico.
- Problemas de IP (DHCP). En el momento de conectarse a una red wifi lo normal es que el router nos proporcione una dirección IP dentro de la red. Si el servidor DHCP del router está apagado o tenemos una IP estática en nuestra tarjeta Wi-Fi ocasionara que estemos conectados a la red pero no podamos comunicarnos, por lo que no tendremos ni red local ni internet.
- Problemas de DNS. El router cuando un dispositivo conectado intenta conectarse a una pagina web, convierte el nombre de la web en una dirección IP mediante servidores DNS. Si los servidores DNS son incorrectos o no esta funcionando, pueden ocasionar tener red wifi pero no poder conectarse a páginas. Si estamos conectados a internet y de repente las páginas nuevas no cargan pero las que ya teníamos abiertas previamente funcionan, es un claro indicativo de problemas de DNS.
La manera de comprobar esto, es utilizar un comando ping o alguna aplicación como Acrylic Wi-Fi Analyzer, que te permite comprobar la latencia, el tiempo que tardan los datos en transferirse a través de la wifi, por un lado con el router y por otro con una página web concreta.
Si la latencia es correcta contra el router, el problema estará en la conexión de internet y necesitarás hablar con tu proveedor de internet. Si de lo contrario la latencia de la wifi es mala, es indicativo de que algo ocurre con la señal wifi.
1.4 Hola cable, ciao WiFi. O a la inversa
Entre los problemas WiFi más comunes puede encontrarse ante una situación que seguro le resulta familiar. La conexión por cable sí le permite acceder a Internet, pero la señal WiFi no responde.
En estos casos, es probable que se deba a:
- Posibles fallos en el router: El módulo WiFi del router puede estar dañado.
- Configuración incorrecta de la red inalámbrica: Revisa la configuración del router para asegurarte de que el WiFi está habilitado. En ocasiones los routers tienen opciones de compatibilidad para soportar todas las versiones, esto puede generar incompatibilidades o bajadas de desempeño por tratar de soportar dispositivos antiguos.
Si la situación es la inversa, esto es, sólo funciona la conexión WiFi y no el cable de red, la casuística puede ser la siguiente:
- Fallo en los puertos Ethernet: Los puertos del router pueden estar dañados.
- Problemas con los cables de red: Los cables Ethernet pueden estar defectuosos o mal conectados. Ten en cuenta que a la hora de fabricar hay dos modalidades de cable de red, el directo y el cruzado. Revisa que estás usando el adecuado, ya que cada uno tiene un conexionado distinto.
2. Cómo solucionar los problemas WiFi más comunes
Resolver los problemas WiFi más comunes puede ser algo en esencia simple o, por el contrario, solo al alcance de personas con conocimientos técnicos más avanzados. En muchos casos, de hecho, ni eso. Sólo el operador con acceso a la configuración avanzada de la red tendrá de su mano la solución de la incidencia.
2.1 El factor móvil
Antes de que culpes al router y te dejes llevar por tus demonios, quizás sea oportuno empezar por el principio. Por lo más simple: el móvil, tu tablet, el portátil…

Realizar determinadas comprobaciones básicas puede resultar de utilidad para poner fin a la polémica:
- Reinicia el dispositivo: A veces, un simple reinicio puede resolver problemas de conexión.
- Verifica la configuración de red: Asegúrate de que el WiFi está activado y que no estás en modo avión.
- Actualiza el software: Las actualizaciones pueden incluir correcciones para problemas de conectividad.
Si el problema persiste, aún tendremos alguna opción más:
- Olvida la red WiFi y vuelve a conectarte. Esta operativa puede resolver problemas de autenticación.
- Restablece los ajustes de red. Esta posibilidad está disponible en la configuración del dispositivo y restaura las configuraciones de red a los valores predeterminados.
2.2 Revisa la ubicación de router
Si nada funciona, efectivamente es probable que haya llegado la hora de echarle mano al router. De nuevo, vayamos al paso más sencillo a la hora de hablar de los problemas WiFi más comunes: la ubicación del dispositivo.
En este sentido, es preciso reiterar de nuevo que la señal WiFi que emite el router puede encontrar por el camino algunos obstáculos que acaben por deteriorar el servicio. Colocar el router en un espacio central y elevado, alejado de obstáculos y dispositivos que causen interferencias, puede acabar con tu quebradero de cabeza.
2.3 Reinicia o resetea el router
Sí, así es. Te proponemos de nuevo otra solución sencilla. Reiniciar o resetear el router puede devolverte la tranquilidad a ti y a los tuyos en cuestión de minutos.
Dos cosas que debes saber:
- Diferencias entre reiniciar y resetear: Reiniciar apaga y enciende el router, mientras que resetear restaura los valores de fábrica.
- Cómo hacerlo correctamente: Para reiniciar, simplemente desconecta el router durante 30 segundos. Para resetear, busca el botón de reset en el router y mantenlo presionado durante 10 segundos.
2.4 Selecciona otro canal WiFi
Las redes WiFi operan a través de distintos canales, por lo que cambiar a uno con menor saturación puede representar una buena solución. En este artículo contamos cómo elegir los mejores canales para tu red WiFi.
En el mercado tienes actualmente varias herramientas que pueden ayudarte, y mucho, en este propósito:
- Cómo evitar interferencias con redes vecinas: Usa herramientas como Acrylic WiFi Analyzer para identificar el mejor canal.
- Herramientas para elegir el mejor canal WiFi: Además de WiFi Analyzer, aplicaciones como NetSpot también son útiles en pos de ese objetivo.
2.5 Actualiza el firmware del router
Quédate con este mandamiento: mantener actualizado el firmware del router es esencial para su funcionamiento óptimo. Y no solo para que puedas disfrutar de la mejor señal WiFi, también por cuestiones de seguridad.
Comprobar de forma regular si existe una nueva versión del firmware a través de la interfaz del router es una buena práctica que deberías tener presente.
3. Y si nada funciona, ¿qué?
Si has agotado todas estas vías y el problema persiste, probablemente haya llegado la hora de contactar con tu proveedor de telecomunicaciones. La empresa tiene actualmente la capacidad de realizar un diagnóstico en remoto para identificar cual de los problemas WiFi más comunes te está afectando. Si la cosa es más grave, siempre podrá enviar un técnico a tu domicilio para poner remedio a la incidencia.
En definitiva, resolver problemas de conectividad inalámbrica puede ser un proceso sencillo o un genuino dolor de cabeza. Tener una visión de todo ello resultará en cualquier caso de utilidad a la hora de encararlos.